Primera condena por depredación de fauna autóctona en Argentina: un fallo histórico.


En un hecho sin precedentes para la justicia ambiental argentina, el Juzgado Federal N° 1 de Formosa, a cargo del juez Pablo Morán, dictó la primera condena por depredación de fauna autóctona. Cuatro hombres fueron hallados culpables del asesinato de un yaguareté, especie en peligro de extinción y protegida por ley, en un juicio oral y público que marca un antes y un después en la protección de la biodiversidad nacional.
Las condenas
Tres de los acusados recibieron una pena de dos años de prisión efectiva, que cumplirán bajo la modalidad de arresto domiciliario. El cuarto imputado fue condenado a la misma pena, aunque con ejecución en suspenso. Además, todos deberán realizar una capacitación obligatoria sobre la legislación vigente en materia de conservación de fauna, con especial énfasis en el yaguareté, declarado “Monumento Natural” en 2001 mediante la Ley 25.463.
El caso que conmocionó a Formosa
El crimen ocurrió en julio de 2024, cuando los condenados mataron a uno de los escasos cinco ejemplares de yaguareté registrados en la provincia. Tras el asesinato, se fotografiaron junto al cuerpo del animal y posteriormente lo consumieron. La brutalidad del acto y el desprecio por una especie emblemática generaron una fuerte reacción social y judicial.
Un paso firme hacia la conciencia ecológica
Durante el fallo, el juez Morán subrayó la importancia de comprender la gravedad ecológica que implica la muerte de un yaguareté, así como la de otras especies protegidas. “Más allá del hecho en sí que estamos juzgando, lo importante es que se tome conciencia”, expresó.
Reconocimiento a la lucha ambiental
La organización Red Yaguareté, que lleva más de dos décadas trabajando por la conservación de esta especie, celebró el fallo: “Desde hace 20 años que luchamos para que se condene a los cazadores de yaguaretés. Llevamos adelante más de 75 casos y causas judiciales, y por fin logramos la primera condena”.

Este fallo representa un hito en la defensa de la fauna autóctona y sienta jurisprudencia para futuros casos de caza ilegal. Un avance que no solo castiga el delito, sino que también promueve la educación y la conciencia ambiental. 

Redacción Aljaba Comunicación