Histórico fallo en Argentina: Crear imágenes de violencia sexual infantil con inteligencia artificial es delito.

Por primera vez en el país, la Justicia argentina dictaminó que la creación de imágenes de violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes generadas mediante inteligencia artificial (IA) constituye un delito penal, incluso cuando no haya una víctima real retratada. El fallo, emitido por la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal del Departamento Judicial Zárate-Campana, marca un precedente histórico en la lucha contra los delitos sexuales en entornos digitales. 

Representaciones digitales, consecuencias reales

El caso se originó a partir de la denuncia contra un hombre acusado de publicar y distribuir material sexual que involucraba menores de edad. La defensa argumentó que las imágenes eran generadas digitalmente y que no existían víctimas reales, por lo que no debía aplicarse el artículo 128 del Código Penal. Sin embargo, los jueces Mariano Magaz, Humberto Bottini y María Pía Leiro rechazaron ese planteo y confirmaron la elevación a juicio. 
El tribunal sostuvo que la ley vigente —modificada por la Ley 27.436— contempla toda forma de representación de menores en contextos sexuales, sin importar si fueron creadas con personas reales o mediante tecnología. La jueza de Garantías Graciela Cione agregó que una simple observación del material permitía advertir que las figuras representaban a niños y niñas de entre 3 y 13 años. 
 Desde la organización Grooming Argentina, celebraron el fallo como un avance fundamental. Su fundador, el Dr. Hernán Navarro, expresó:  
-“Hace años venimos pidiendo que se aplique el derecho penal de prevención. Ante delitos sin víctimas directas, como este caso, lo que busca instalar a la violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes. Por eso, la víctima es la sociedad toda.”
El tribunal advirtió que permitir este tipo de contenidos, aunque sean artificiales, contribuye a cosificar a las infancias, normalizar la violencia sexual y alimentar la demanda de material aberrante, lo que representa una amenaza directa a la libertad e integridad sexual de niñas, niños y adolescentes. 

Este fallo redefine la protección de las infancias en la era digital y sienta un pilar jurídico clave para enfrentar los desafíos que plantea el uso de inteligencia artificial con fines delictivos.

Fuentes: La Nación, Clarín, Primera Edición. 
Redacción Aljaba Comunicación