En la 97ª edición de los Premios Oscar, la película animada "Flow" se alzó con el galardón a Mejor Película Animada, marcando un hito en la historia del cine independiente. Dirigida por el letón Gints Zilbalodis, esta obra maestra cautivó a la audiencia y a la crítica con su narrativa visual única y su innovador proceso de producción.
"Flow" destaca por su ausencia total de diálogos, utilizando únicamente animación y sonidos naturales para contar la historia de un gato que debe sobrevivir en un mundo devastado por inundaciones. Este enfoque ha sido comparado con el cine mudo clásico, donde la narrativa visual es el motor principal de la emoción. La película explora temas como la resiliencia, la colaboración y la conexión con la naturaleza.
La película fue creada completamente con Blender, un software de animación de código abierto, lo que la convierte en una de las primeras producciones de largometraje realizadas enteramente con esta herramienta gratuita. Con un equipo reducido de menos de 10 personas y un presupuesto de aproximadamente 3.5 millones de euros, "Flow" demuestra que la creatividad puede superar las limitaciones económicas.
"Flow" se impuso en una categoría reñida, compitiendo con títulos como "Inside Out 2" y "Wallace & Gromit: Vengeance Most Fowl". Este triunfo no solo representa el primer Oscar para Zilbalodis, sino también para Letonia, consolidando su lugar en el panorama global de la animación.
La película no solo es un logro técnico y artístico, sino también un recordatorio de la importancia de la colaboración y la comunidad, tanto en su narrativa como en su proceso de creación. "Flow" ha dejado una huella imborrable en la industria cinematográfica, inspirando a futuros cineastas a explorar nuevas formas de contar historias.
Redacción Aljaba Comunicación