La casa en el Límite de Bélgica y Países Bajos: Un curioso enclave

En el pequeño pueblo de Baarle-Hertog, ubicado en la frontera entre Bélgica y los Países Bajos, se encuentra una casa que es un verdadero enigma. Esta casa, como muchas otras en la región, está dividida por la frontera internacional, lo que significa que una parte de la casa pertenece a Bélgica y la otra a los Países Bajos
Historia y Origen
La historia de esta peculiar frontera se remonta al siglo XII, cuando el duque de Brabante decidió transferir parte de la ciudad al Señor de Breda a cambio de protección. Esta división ha perdurado hasta hoy, creando una situación única en la que las casas, tiendas y carreteras están atravesadas por la frontera
Vida en Baarle-Hertog

Los habitantes de Baarle-Hertog están acostumbrados a esta peculiaridad y la vida cotidiana se adapta a esta realidad. Por ejemplo, si la puerta principal de una casa está en un país, entonces pertenece a ese país. Si la puerta principal está en medio de la frontera, el propietario puede elegir a qué país pertenece. Además, la ciudad cuenta con dos ayuntamientos, dos comisarías de policía y dos cuarteles de bomberos
Una de las curiosidades más interesantes es que los horarios de cierre de algunos locales pueden variar según el país. Esto significa que, en algunos casos, es necesario cambiar de mesa o tienda dependiendo de a qué país pertenece. A pesar de estos desafíos, la convivencia entre los habitantes de ambos países es armoniosa, ya que ambos comparten el mismo idioma y moneda. 
La casa en el límite de Bélgica y Países Bajos es un ejemplo fascinante de cómo las fronteras pueden ser más que simples líneas en un mapa. En Baarle-Hertog, estas fronteras atraviesan hogares, tiendas y vidas, creando una comunidad única y diversa. 
 Redacción Aljaba Comunicación
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