Un reciente estudio llevado a cabo por la Universidad Normal de Shanghái ha encendido las alarmas sobre los efectos nocivos del tiempo excesivo frente a pantallas en niños en edad preescolar. La investigación, revela una estrecha relación entre la exposición a dispositivos electrónicos y alteraciones en los patrones de sueño, así como problemas de comportamiento.
Según el profesor Yan Li, autor principal del estudio, "Nuestros resultados indican que el exceso de tiempo frente a una pantalla puede dejar los cerebros de los niños en edad preescolar en un estado de excitación, lo que conduce a una mala calidad y duración del sueño". Esta excitación neuronal, provocada por la estimulación constante de las pantallas, interfiere con los procesos naturales de relajación y conciliación del sueño, esenciales para el desarrollo cognitivo y emocional de los niños.
¿Cuáles son las consecuencias de un sueño de mala calidad?
*Dificultades de aprendizaje: Un sueño reparador es fundamental para la consolidación de la memoria y el aprendizaje. La falta de sueño puede afectar la capacidad de atención, la concentración y el rendimiento académico de los niños.
*Problemas de comportamiento: Los niños que no descansan lo suficiente pueden presentar mayor irritabilidad, hiperactividad, problemas de conducta y dificultades para controlar sus emociones.
*Obesidad: El tiempo pasado frente a las pantallas suele ir acompañado de una disminución de la actividad física, lo que aumenta el riesgo de desarrollar obesidad y otros problemas de salud.
¿Qué pueden hacer los padres?
*Establecer límites claros: Es fundamental limitar el tiempo de pantalla de los niños y establecer horarios específicos para el uso de dispositivos electrónicos.
*Crear un ambiente propicio para el sueño: Asegurarse de que la habitación de los niños sea oscura, tranquila y tenga una temperatura adecuada.
*Desconectar antes de dormir: Evitar el uso de pantallas al menos una hora antes de acostarse.
*Promover actividades al aire libre: Fomentar el juego al aire libre y otras actividades que no involucren pantallas.
*Ser un modelo a seguir: Los padres deben limitar su propio uso de dispositivos electrónicos, especialmente frente a los niños.
El estudio de la Universidad Normal de Shanghái pone de manifiesto la importancia de proteger a los niños de la sobreexposición a las pantallas. Al establecer límites claros y promoviendo hábitos de sueño saludables, los padres pueden ayudar a sus hijos a desarrollar un cerebro sano y a alcanzar todo su potencial.
Redacción Aljaba Comunicación