Cada año, mientras el mundo se prepara para las celebraciones de fin de año, un pequeño país insular ubicado en el Océano Pacífico se adelanta a todos. Se trata de Kiribati, una nación compuesta por 33 atolones que gracias a su posición geográfica en el huso horario UTC+14, es el primero en dar la bienvenida al nuevo año.
Sus habitantes, principalmente pescadores y agricultores, celebran la llegada del año nuevo con tradicionales danzas, música y reuniones familiares. Aunque los festejos son más íntimos que en grandes ciudades, la alegría y la esperanza por lo que vendrá son las mismas.