Durante el solsticio de verano, el Sol alcanza su punto más alto en el cielo, proporcionando el máximo de horas de luz diurna. Este fenómeno no solo marca el inicio de la estación más cálida del año, sino que también simboliza un momento de equilibrio y renovación en diversas culturas alrededor del mundo.
El verano es una de las estaciones más esperadas, caracterizada por sus días largos y temperaturas elevadas que invitan a disfrutar del aire libre.
Para muchos, el solsticio de verano es una oportunidad para realizar rituales de renovación y gratitud. Entre las prácticas más comunes se incluyen comer frutas y verduras frescas, mantenerse bien hidratado y realizar baños purificadores con agua salada para eliminar energías negativas.
Este 21 de diciembre, mientras disfrutamos del día más largo del año, recordemos la importancia de conectarnos con la naturaleza y aprovechar al máximo la luz y el calor que nos brinda esta estación.
Redacción Aljaba Comunicación
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